LA SENTENCIA MAS LARGA A UN HOMBRE ESTADOUNIDENSE
En diciembre de 1994, Charles Scott Robinson, un ciudadano estadounidense, fue condenado a 30,000 años de prisión por abusar sexualmente de seis menores. Debido a que la ley del estado de Oklahoma no permitía la cadena perpetua, el juez decidió aplicar una de las penas más largas registradas en la historia judicial estadounidense para este tipo de delitos. A Scott se le negó el derecho a solicitar libertad condicional hasta que cumpla 108 años en prisión. El juez Dan Owens expresó en su sentencia que consideraba que pasaría el resto de su vida tras las rejas del Departamento Correccional. El juez también mencionó que se le impusieron 5,000 años por cada niño, con la intención de garantizar que este individuo no vuelva a poner en peligro a la sociedad. En Estados Unidos, otro hombre llamado Michael J. Devlin cumple una de las condenas más largas, con 4,240 años de prisión impuestos en 2007.